La preocupación central de Bruno radica en el efecto de bola de nieve de sentimientos que todos experimentamos alguna vez en nuestra vida hasta el punto de asombrarnos e incluso conmocionarnos, lo que representa la fragilidad de nuestra mente humana pero siempre desembocando en un terreno común, esa hermosa luz que nos permite seguir adelante llamada esperanza.

En su trabajo con una variedad de medios que incluyen la acuarela y el gouache, pretende capturar algo más que una escena, creyendo en llevarla a cabo de una manera personal y creando un vínculo, abre la caja de pandora de las emociones mientras las deja salir todas conduciendo a la catarsis de la expresión, creando no sólo una impresión fotográfica, sino también un reflejo de los estados emocionales que hace que él y el sujeto bailen en la misma sintonía, creciendo conexiones no verbales sobre temas importantes y haciéndose verdaderamente únicos en ese momento particular creando esa intimidad, llegando a conocerlos y, en última instancia, intentando enfatizar con ellos.